- Ubicado en los Valles Centrales de Oaxaca, el municipio indígena a través de la asamblea decidio cambiar la manera de tratar los residuos orgánicos y se organizó para ser pionero en la entidad del sur de México en la gestión toneladas de basura y la convirtió en un motor económico de reciclaje y cuidado de sus aguas y territorio.
Redacción.
San Lorenzo Cacaotepec es un municipio oaxaqueño de los Valles Centrales de Oaxaca que ha recibido varios reconocimientos por su labor en la conservación del medio ambiente. Además de recibir un Premio Nacional en 2023 por Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), en octubre de este año la Cámara de Diputados tambien reconoció su labor ejemplar en la gestión de residuos sólidos urbanos.
Con una inversión anual de 2 millones de pesos, con resistencias a veces ciudadanas, la comunidad ubicada en la zona del Valle de Etla comenzó una revolución social en el tratamiento de la basura a través de la reeducación en el cuidado de su entorno teniendo como punto de partida los acuerdos de su asamblea.
Desde abril de 2023 el municipio eteco disminuyo hasta el 50% de los residuos sólidos orgánicos y en su rellano sanitario ha logrado sacar hortalizas, abono, flores y convertirlo en un ejemplo en Oaxaca del reciclaje limpio con un beneficio directo a sus 18 mil 500 habitantes.
Además del cuidado medio ambiental durante el proceso se logró dignificar la labores de los trabajadores, con capacitación y mejoras laborales que no tenían y consideran que ha sido de un impacto trascendental para ellos y la comunidad también ha sido beneficiada.
Los frutos del compromiso con el medio ambiente para San Lorenzo Cacaotepec siguen siendo reconocidos el 15 de noviembre ganaron el “Primer Concurso de Municipios Verdes, Trabajando por el Medio Ambiente”, convocado por la Secretaría de Medioambiente de Oaxaca.
Devolver el poder a la lluvia
Con la instalación de un sistema de captación de agua de lluvias y tanque de ferrocemento para la recolección de 23,000 litros de agua, el relleno sanitario de San Lorenzo Cacaotepec incorpora una adecuada gestión del líquido a su modelo municipal para el manejo de residuos.
Personas recicladoras que laboran en el relleno sanitario recibieron una capacitación por parte de la “Red Mixteca en Defensa del Derecho Humano al Agua”, como parte de las actividades del proyecto “Reciclaje Inclusivo Digno y Productivo” que promueve SiKanda, para la creación del sistema de captación de agua, el cual se destinará al área de producción de hortaliza orgánica del sitio.
Las hortalizas son abonadas con composta generada con los residuos orgánicos que llegan al relleno y se ponen a la venta en el propio Municipio. “En San Lorenzo Cacaotepec, las autoridades municipales han adoptado desde hace varios años un serio compromiso con el medio ambiente de la localidad, implementando un sistema de gestión de residuos que permite recuperar material para el reciclaje, generar composta, producir hortalizas y criar gallinas” mencionó Edgar Sereno, Coordinador del programa de Reciclaje Inclusivo de la organización oaxaqueña SiKanda.
“Este Municipio es ejemplo a nivel estatal, ya que adopta un enfoque de economía circular e inclusión social, donde se busca reducir los residuos generados desde la fuente, se promueve la separación de residuos en los hogares y se da un manejo adecuado al relleno sanitario. Además, se promueven condiciones laborales dignas para las y los Recicladores que laboran en el relleno” señaló.
Desde 2016 SiKanda y el Municipio de San Lorenzo Cacaotepec colaboran en la implementación del proyecto “Reciclaje Inclusivo Digno y Productivo” que impulsa la sustentabilidad a nivel local, a través del incremento del reciclaje y de generar condiciones dignas, seguras y formales para las personas Recicladoras que laboran en el relleno sanitario, demostrando que los Municipios pueden implementar acciones estratégicas para disminuir el impacto de los residuos.
“Los Municipios y las personas Recicladoras son clave en la gestión de residuos a nivel local. No obstante, se requiere también la participación estatal y federal que permita obtener los fondos necesarios para implementar rellenos sanitarios con condiciones adecuadas, ya que normalmente son inversiones que rebasan la capacidad municipal. Igualmente, no se pueden generar soluciones para los residuos sin que la ciudadanía tome consciencia sobre su papel como generadora de estos”, mencionó el Mtro. Sereno.
Una nueva manera de ver el mundo
San Lorenzo Cacaotepec formalizó este tipo de trabajo en 2016, y es probablemente el único municipio mexicano en haberlo hecho, pero es posible que pronto otros sigan su ejemplo. En 2021, las autoridades del estado de Oaxaca desarrollaron un programa para alentar a otros municipios a emular el exitoso sistema. “Nuestro propósito es invitar al resto de los municipios a ver que esto es posible, que lo hizo una comunidad sin tener recursos de los ramos … donde se han generado fuentes de empleo y donde también se ha generado una actividad económica interesante”, dice Helena Iturribarría, secretaria del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable del estado.
Los reciclables que Mendoza y sus colegas recolectan en el vertedero generan entre 11 000 y 13 000 pesos ($543 y $643) al mes para San Lorenzo Cacaotepec. El trabajo de reciclado también ha prolongado la vida útil del vertedero. Se esperaba que el espacio alcanzara su capacidad máxima en 2016, siete años después de su construcción. Si bien tendrá que ampliarse pronto, el vertedero sigue funcionando seis años después.
“Si ellos no clasificaran la basura, no habría un aporte para el mismo municipio”, dice Perla Procopio, bióloga de la Regiduría de Salud y Ecología de San Lorenzo. “Si no estuvieran ellos, estaríamos inundados en basura”.
Las mejoras en el relleno sanitario han garantizado la seguridad de Mendoza y sus colegas. “Antes de que yo comenzara a trabajar en el relleno sanitario, no había techos”, dice. “Ahora sí; el área donde separamos la basura está techada … y eso nos ayuda a estar mejor”.
Su compañero, Salvador Martínez, que ha trabajado en el vertedero desde hace un año y medio, concuerda: “A pesar de ser un trabajo de alto riesgo, siento mayor seguridad con el equipo de seguridad que usamos”. Al jefe de operaciones, Pedro Díaz, quien comenzó como reciclador, le parece adecuado su horario fijo, de 6 de la mañana a 2 de la tarde, porque le permite “suficiente tiempo para cuidar los árboles de mi terreno y estar en casa con mi familia”.